ANA LÓDOLO DE COIZ, luego DE BIGOT.

ANA LÓDOLO DE COIZ, luego DE BIGOT.
ANA LODOLO DE COIZ, un símbolo de la imigración friulana, llegada a la Colonia 3 de Febrero en 1879

lunes, 20 de diciembre de 2010

PROPIEDAD DE TERRENO DE LA ESCUELA

Ya hicimos conocer la decisión del gobierno provincial en cuanto a la propiedad del terreno donde estaba la escuela.
Para la fecha de fundación de la escuela, el 19 de julio de 1888, el terreno de la escuela pertenecía al Pbro. Benito Garabaso, por compra que le hizo a Don Juan Bautista Solaro el 2 de abril de 1888 ante el escribano Exequiel Balbarrey.
Este curioso propietario, por ser el cura y por tenerse en consideración la donación inicial de Juan Bautista Solaro a la iglesia, que se componía de la manzana completa, debe ser materia de análisis, por la superposición de ambas propiedades (la escuela con el terreno de la iglesia), lo que se intentará realizar a través de la documentación que se ha logrado conseguir.
De acuerdo al traspaso a favor de Cesar Monti, por remate judicial el 6 de octubre de 1897, de los terrenos en donde estaba el edificio y el patio de la escuela, el ancho del edificio difiere en 92 centímetros con el informe de Alejo Peyret...y sobre la calle de un metro sesenta y cinco centímetros de frente al este, por seis metros ocho centímetros de fondo hasta comunicar con la primera fracción, tiene además una pieza construida en barro... y por el oeste una línea de veintiún metros sesenta y cinco centímetros.
Del estudio de títulos, que concluye cuando la Comisión Parroquial, el 11 de octubre de 1897, recupera definitivamente los dos terrenos en cuestión para la Capellanía de San Benito Abad, surge que el edificio escolar se ubicaba en la fracción 2, con un lado sobre el norte (calle 9 de Julio) de 6, 08 mt., previo pasillo de 1,65 mt. que comunicaba con la fracción 1, de este a oeste, y que de sur a norte tenía un largo de 21,65 mt. en el exterior, con frente al este.
No deja de llamar la atención que desde la iglesia, al menos, se haya estado ignorando u ocultando durante más de un siglo la verdad sobre el primer edificio de la escuela Nº 28 de San Benito y pueden tejerse varias conjeturas sobre los motivos que llevaron a esto. No obstante, más adelante, se podrá contar con una mayor orientación.
Para formarse una mejor idea de lo que era este edificio escolar es interesante tener en cuenta una Nota elevada al Concejo General de Educación por el Concejo Escolar del Distrito Sauce (Cooperadora de la Escuela) el 10 de febrero de 1891, pidiendo la solución a urgentes problemas ante la proximidad de las clases: 1ª. Refacciones y reparaciones en la escuela de San Benito, hoy sin revoque, sin piso, estos son irreversiblemente necesarios pues es imposible dar clase en una habitación en donde por piso tan solo hay un montón de tierra y se hallan en ella instalados ochenta alumnos de ambos sexos. Retirar las letrinas que se hallan aisladas en la calle, tener una tapia formando patio donde los alumnos puedan recrearse al aire libre dentro de la escuela y no en la calle; levantar dos tabiques interiores que se hallan por la mitad y por donde se comunica las voces de un aula a otra y otros trabajos que en este momento no pasan por nuestra memoria...Firman: ANGEL V. CARBONE, Presidente; STELLIO VATTA, Secretario; EUGENIO PAULUZZA, Tesorero; ESPERIDION ZABALA, Vocal.
Alcanzan estos datos para formarse una idea cabal de lo que fue el primer edificio escolar de San Benito. Por cierto no fue muy afortunado su destino, ya que al año de su fundación comenzaron una serie de irregularidades y problemas que llevaron a las autoridades del Concejo G: De Educación a adquirir en el año 1893 el segundo edificio que tuvo la escuela, que se ubicaba en el mismo lugar donde en la actualidad está la Escuela de Nivel Medio "Brigadier Zuloaga". Aunque el primer edificio se siguió utilizando hasta fines del siglo diecinueve.
En relación a la propiedad del terreno donde estuvo el primer edificio escolar, si nos remitiéramos a la actualidad, cualquiera podría afirmar que estaba en terrenos de propiedad de la iglesia. Sin embargo, tras una paciente investigación se puede concluir que estos terrenos (el baldío de la esquina de 9 de Julio y Rivadavia, Fracción 2, donde estaba el edificio y la Fracción 1, donde está actualmente la Plazoleta Islas Malvinas) pasaron a ser definitivamente de la Capellanía recién el 11 de octubre de 1897 cuando ya hacía cuatro años que el Concejo había comprado el otro predio, aunque se podrá apreciar más adelante que es opinable la legalidad de esta operación.
La Comisión Parroquial de San Benito, en octubre de 1897, estaba integrada por: Cristóbal Zatti, Valentín Valentinussi, Daniel Fontana, Antonio Butus (0 Buttús), Antonio Butus (hijo), Antonio Gabás y Carlos Milocc(o) y compraron ambas fracciones de terreno a Don César V. Monti en “$ 1.900 ( mil novecientos pesos m/n) con dinero de ellos...donando a la Iglesia Parroquial de la misma Colonia, el inmueble comprado, el que no podrá ser enajenado por ningún cura párroco, por ser así la voluntad de todos los compradores”.
Siendo los colonos friulanos tan allegados a la fe católica, cuesta entender la dureza de los términos que protocolizaron ante el escribano actuante los integrantes de la Comisión Parroquial al dejar asentada la prohibición de venta al cura párroco. ¿Estaban desaprobando con esta decisión lo actuado por el cura Benito Garabaso alrededor de siete largos años antes, cuando vendió esos mismos terrenos a un particular ¿Qué razón tan poderosa hizo que la misma Comisión Parroquial no se presentara al remate judicial que se hizo de los mismos terrenos a cinco días antes de la compra mencionada, cuando César Monti adquirió en $ 867 m/n las dos fracciones para hacer un negocio que le reportó una ganancia de 1.033 pesos en cuestión de horas gracias a los históricos terrenos de la iglesia?
En el Capítulo referido a la Iglesia Parroquial hay mayores antecedentes sobre los inmuebles que tenía el cura Benito Garabaso, tanto en el Pueblo de San Benito, como en el "Pueblo San Martín” (Barrio San Martín) y en Auli (Aldea María Luisa).
Para el caso particular de este capítulo, hay una sucesión de hechos sugestivos, aún después de que el Concejo comprara el segundo edificio escolar a L. Esquivel en el año 1893.

Si en setiembre de 1888 la prensa capitalina se hacía eco de las actividades educativas del cura Garabaso, que celebraban los colonos, ¿que pudo haber ocurrido para que trece meses más tarde el mismo Garabaso venda el edificio donde funcionaba la escuela? En efecto, el cura Garabaso, el 28 de enero de 1890, vendió el terreno donde estaba el edificio escolar a Don Diego Ruiz González, con la intervención del escribano Manuel Calderón.
Para tener un mejor panorama de los comienzos de la enseñanza en toda la zona de influencia, se rescata de los Registros de Personal de 1888 que funcionaban ese año las siguientes escuelas: Colonia “Brugo”, dirigida por don Antonio Boaglio, $ 40 por mes de sueldo, fundada el 19 de julio de ese año; Escuela de Campaña del Sauce (Montrull), dirigida por la Sta. Felisa Montrull, $ 40 por mes de sueldo, fundada el 1º de julio de ese año; Escuela de Las Tunas, dirigida por don José Pando, $ 40 por mes, sin fecha de fundación; Escuela de Los Corrales Nuevos, dirigida por don Alfredo Falconier, $ 40 por mes, fundada el 23 de junio de 1884. Estos datos se repiten en el año 1889.

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