La historia de San Benito, del Departamento Paraná, Provincia de Entre Ríos, Argentina, estará reflejada en este blog, tomando sus orígenes como la colonia agrícola "3 de Febrero". Pero también ´para descubrir lo que era antes de la colonización iniciada en abril 1879. anibaljusto50@gmail.com
ANA LÓDOLO DE COIZ, luego DE BIGOT.
jueves, 16 de abril de 2020
EL COMIENZO CON UNA GRAN JURISDICCIÓN
Aparte de las actividades que realizó la Comisaría de la Colonia, desde antes de la colonización de 1879 ya existía una policía de campaña en la zona y dependía del Comisario de Campaña de Quebracho, Espinillo y Sauce-Paracao. De la Memoria de la Jefatura Política del Departamento Paraná que ejerció el Coronel Antelo hasta abril de 1879, surge que en diciembre de 1878 la Policía de Campaña estaba a cargo del Comisario Sargento mayor Don Fidel Rodríguez, otros tres comisarios (Altamirano, Ramírez y Barcos) y quince soldados de tropa, según el presupuesto asignado."...Han prestado y prestan servicios muy importantes, previniendo la criminalidad y haciendo efectivas las garantías de orden y estabilidad a todos los habitantes y propiedades de nuestra campaña, persiguiendo a los vagos y cuatreros con tenaz empeño quedando demostrado por la estadística criminal que se adjunta la disminución de los mismos, debido al decidido empeño con que coadyuvan los empleados a cuya guarda está confiada la seguridad pública..." En el mes de noviembre se comisionaron 250 hombres del Regimiento de Caballería (del Espinillo) en "...previsión del carácter y consecuencias que pudieran resultar de las reuniones de bandoleros que, pretextando dar un carácter político, pretendían formar grupos en los Departamentos limítrofes de La Paz, Villaguay, Nogoyá y Diamante, haciendo un servicio activo de policía y tranquilizando el espíritu de los habitantes de la campaña que alarmados por la prédica de aventureros que concitaban a la sedición y al desorden temían por sus vidas e intereses..." Por ese motivo solicitaba el aumento de la dotación.
Posteriormente El Quebracho tuvo su propio Comisaría y se formó otra con los Distritos de Espinillo, Sauce y Paracao.
El 19 de setiembre de 1887, de acuerdo a un informe del Jefe de Policía, se volvió a dividir la jurisdicción policial, quedando a cargo de la Comisaría del Espinillo el Comisario Giménez (continuando en el cargo) y Don Tiburcio Blanco queda a cargo de la Comisaría del Distrito Sauce-Paracao.
Mediante otro Decreto, ese mismo día, el Gobernador de la Provincia Don Clemente Basavilbaso asignó al Comisario de los Distritos Sauce-Paracao, Tiburcio Blanco, un sueldo de $ 45 por mes y los siguientes cargos: un sargento con $ 12 mensuales, un cabo con $ 11 mensuales y seis soldados con $ 10 mensuales cada uno.
El 28 de setiembre de 1888, ante la renuncia del Comisario de Sauce-Paracao, don Tiburcio Blanco y a propuesta del Jefe de Policía de la Capital, mediante Decreto, es aceptada la misma y designado reemplazante a Don José M. Molina.
Poco tiempo después, el 9 de noviembre de ese año, quedó vacante el mencionado cargo y se nombró en su reemplazo a Don Saturnino Ramírez.
En Partidas Especiales del Presupuesto del año 1889, se asignó para la Comisaría del Distrito Sauce-Paracao $ 45 por mes para el Comisario, $ 12 para un sargento, $ 11 para un cabo y $ 10 para cada uno de los seis soldados.
Por razones de mejor servicio manifestadas por el Jefe de Policía de la Capital, el 11 de enero de 1889, el Presidente del H. Senado, P. Crespo, en ejercicio del Poder Ejecutivo, decretó el nombramiento de Don Isaac González como Sub Comisario del Distrito Sauce-Paracao con un sueldo de $ 30 por mes y, además, le asignó un sargento y tres soldados más. Mediante una comunicación del Jefe de Policía de la Capital, el 8 de junio de 1889 se decretó la exoneración de Don Isaac González.
La vacante producido ante el desplazamiento de I. González recién fue cubierta el 7 de enero de 1890 al designarse como Sub Comisario a Don Aureliano Leiva, por Decreto firmado por el Gobernador Basavilbaso.
El Presupuesto para el año 1891 contemplaba para la Comisaría el Distrito Sauce-Paracao: un Sub Comisario de $ 40 por mes; un sargento, con rancho incluido, con $ 12 mensuales y tres soldados, con rancho incluido, con $ 10 por mes cada uno.
Una comunicación del Jefe de Policía de la Capital respecto al comportamiento irregular observado en el desempeño de sus funciones por el Comisario del Distrito Sauce-Paracao, Don Saturnino Ramírez, hizo que el Gobernador don Zabá Hernández, el 1º de octubre de 1891, lo separe del cargo y nombre en su reemplazo al ciudadano Don Patricio Córdoba.
El 7 de octubre de 1892, atendiendo una nota del Jefe de Policía de la Capital por la que sugería crear una Sub Comisaría en el Distrito Paracao, "por exigirlo así el aumento de población que diariamente se desarrolla en ese punto y consultando el mejor servicio público...", fue creada una Sub Comisaría en el Distrito Paracao con la dotación de personal correspondiente, mediante Decreto firmado por Faustino Parera, Presidente del Senado a cargo del Poder Ejecutivo. de esta manera se separó la jurisdicción del Distrito Sauce de la del Paracao.
El 8 de octubre de 1892 fue designado Don Gabino Lara como Sub Comisario del Paracao. Posteriormente, el 7 de enero de 1893, fue elevada al rango de Comisaría la del Paracao.
El Presupuesto para el año 1895 contemplaba para la Comisaría del Distrito Sauce del Departamento de la Capital: Ítem 25: 1 comisario ($ 80 por mes), ítem 26: 1 sargento con rancho incluido ($ 20 por mes), ítem 27: 1 cabo con rancho incluido ($ 15 por mes), ítem 28: 2 soldados con rancho incluido ($ 12 por mes a cada uno).Para el año siguiente la Ley de Presupuesto previó el cargo de Sub Comisario del Sauce en el ítem 26, con un sueldo de $ 40 por mes y aumentó la dotación con un soldado más.El 24 de junio de 1895 ocurrió un fatal accidente en el cruce del arroyo Las Tunas del Camino Real en el que tomó intervención la Comisaría de Los Corrales. Al respecto, el parte de prensa decía lo siguiente: “El Comisario de Los Corrales ha pasado parte a la central comunicando la muerte del súbdito español, de 27 años de edad, llamado José Yuagas, acaecida anteayer del modo siguiente: Venía el extinto y su hermano Juan conduciendo a esta ciudad una jardinera con tarros de leche del Distrito Espinillo. Dirigía los caballos el extinto pero, sintiéndose algo fatigado y con sueño, se los entregó a su hermano que venía también en el pescante. Al pasar el arroyo de “Las Tunas” la jardinera dio un barquinazo de cuyas resultas cayó José Yuagas al suelo, pasándole una de las ruedas por la cabeza, falleciendo pocos minutos después”.
Posteriormente El Quebracho tuvo su propio Comisaría y se formó otra con los Distritos de Espinillo, Sauce y Paracao.
El 19 de setiembre de 1887, de acuerdo a un informe del Jefe de Policía, se volvió a dividir la jurisdicción policial, quedando a cargo de la Comisaría del Espinillo el Comisario Giménez (continuando en el cargo) y Don Tiburcio Blanco queda a cargo de la Comisaría del Distrito Sauce-Paracao.
Mediante otro Decreto, ese mismo día, el Gobernador de la Provincia Don Clemente Basavilbaso asignó al Comisario de los Distritos Sauce-Paracao, Tiburcio Blanco, un sueldo de $ 45 por mes y los siguientes cargos: un sargento con $ 12 mensuales, un cabo con $ 11 mensuales y seis soldados con $ 10 mensuales cada uno.
El 28 de setiembre de 1888, ante la renuncia del Comisario de Sauce-Paracao, don Tiburcio Blanco y a propuesta del Jefe de Policía de la Capital, mediante Decreto, es aceptada la misma y designado reemplazante a Don José M. Molina.
Poco tiempo después, el 9 de noviembre de ese año, quedó vacante el mencionado cargo y se nombró en su reemplazo a Don Saturnino Ramírez.
En Partidas Especiales del Presupuesto del año 1889, se asignó para la Comisaría del Distrito Sauce-Paracao $ 45 por mes para el Comisario, $ 12 para un sargento, $ 11 para un cabo y $ 10 para cada uno de los seis soldados.
Por razones de mejor servicio manifestadas por el Jefe de Policía de la Capital, el 11 de enero de 1889, el Presidente del H. Senado, P. Crespo, en ejercicio del Poder Ejecutivo, decretó el nombramiento de Don Isaac González como Sub Comisario del Distrito Sauce-Paracao con un sueldo de $ 30 por mes y, además, le asignó un sargento y tres soldados más. Mediante una comunicación del Jefe de Policía de la Capital, el 8 de junio de 1889 se decretó la exoneración de Don Isaac González.
La vacante producido ante el desplazamiento de I. González recién fue cubierta el 7 de enero de 1890 al designarse como Sub Comisario a Don Aureliano Leiva, por Decreto firmado por el Gobernador Basavilbaso.
El Presupuesto para el año 1891 contemplaba para la Comisaría el Distrito Sauce-Paracao: un Sub Comisario de $ 40 por mes; un sargento, con rancho incluido, con $ 12 mensuales y tres soldados, con rancho incluido, con $ 10 por mes cada uno.
Una comunicación del Jefe de Policía de la Capital respecto al comportamiento irregular observado en el desempeño de sus funciones por el Comisario del Distrito Sauce-Paracao, Don Saturnino Ramírez, hizo que el Gobernador don Zabá Hernández, el 1º de octubre de 1891, lo separe del cargo y nombre en su reemplazo al ciudadano Don Patricio Córdoba.
El 7 de octubre de 1892, atendiendo una nota del Jefe de Policía de la Capital por la que sugería crear una Sub Comisaría en el Distrito Paracao, "por exigirlo así el aumento de población que diariamente se desarrolla en ese punto y consultando el mejor servicio público...", fue creada una Sub Comisaría en el Distrito Paracao con la dotación de personal correspondiente, mediante Decreto firmado por Faustino Parera, Presidente del Senado a cargo del Poder Ejecutivo. de esta manera se separó la jurisdicción del Distrito Sauce de la del Paracao.
El 8 de octubre de 1892 fue designado Don Gabino Lara como Sub Comisario del Paracao. Posteriormente, el 7 de enero de 1893, fue elevada al rango de Comisaría la del Paracao.
El Presupuesto para el año 1895 contemplaba para la Comisaría del Distrito Sauce del Departamento de la Capital: Ítem 25: 1 comisario ($ 80 por mes), ítem 26: 1 sargento con rancho incluido ($ 20 por mes), ítem 27: 1 cabo con rancho incluido ($ 15 por mes), ítem 28: 2 soldados con rancho incluido ($ 12 por mes a cada uno).Para el año siguiente la Ley de Presupuesto previó el cargo de Sub Comisario del Sauce en el ítem 26, con un sueldo de $ 40 por mes y aumentó la dotación con un soldado más.El 24 de junio de 1895 ocurrió un fatal accidente en el cruce del arroyo Las Tunas del Camino Real en el que tomó intervención la Comisaría de Los Corrales. Al respecto, el parte de prensa decía lo siguiente: “El Comisario de Los Corrales ha pasado parte a la central comunicando la muerte del súbdito español, de 27 años de edad, llamado José Yuagas, acaecida anteayer del modo siguiente: Venía el extinto y su hermano Juan conduciendo a esta ciudad una jardinera con tarros de leche del Distrito Espinillo. Dirigía los caballos el extinto pero, sintiéndose algo fatigado y con sueño, se los entregó a su hermano que venía también en el pescante. Al pasar el arroyo de “Las Tunas” la jardinera dio un barquinazo de cuyas resultas cayó José Yuagas al suelo, pasándole una de las ruedas por la cabeza, falleciendo pocos minutos después”.
martes, 14 de abril de 2020
PRIMEROS NEGOCIOS DE LA COLONIA 3 DE FEBRERO. (hoy SAN BENITO)
ENTRE LOS PRIMEROS:
EL ALMACÉN DE RAMOS GENERALES
Y PANADERÍA DE JOSÉ SIMEÓN PANDO
(Propiedad de Aníbal González Comas) |
"Señor Presidente de la Municipalidad.
José Pando de este vecindario ante VS me presento y digo: que no poca sorpresa he recibido el día de ayer el aviso de Tesorería adjunto.
Por él se impondría VS que se me aplica la enorme multa de $ 104 por falta que dicen he cometido en la balanza de mi casa.
Las existencias del almacén en buena venta no valen cien pesos y la multa que se me aplica es por valor de $ 104.
Aparte de que no creo haber cometido falta alguna que merezca pena de esa naturaleza y no conociendo los antecedentes en que ella se puede fundar, vengo en tiempo ante VS apelando esa resolución, etc. Es justo.
Jose Pando".
En primer lugar, cabe destacar que ya por 1885 la Municipalidad de Paraná se arrogaba autoridad tributaria en la zona de la Colonia 3 de Febrero, pese a que los límites jurisdiccionales no le establecían ese derecho, todo ello de acuerdo a las normativas vigentes por entonces.
También es digno de destacar el año 1885, seguramente el documento más antiguo relacionado con el comercio de San Benito, ya que se trata del almacén de ramos generales y panadería que tuvo en la esquina de Avenida San Martín y Boulevard Basavilbaso, ángulo suroeste, don José Simeón Pando Ledesma, sobre un amplio predio en el esquinero noreste de los campos de su padre, don Marcos Pando, quien se los había comprado a los Larramendi y que llegaban con el límite oeste a la Avenida Zanni de Paraná.
José Pando fue además, Secretario Canónigo de la Iglesia, Secretario del Juez de Paz de la Colonia, Alcalde y primer maestro de la escuela N° 28, habiendo iniciado la enseñanza de manera particular desde 1884.
Falleció el 26 de junio de 1896 a los 35 años de edad, dejando esposa e hijos; su esposa casó años después con Manuel Francisco Vieytes, de origen español.
http://familiasparana.blogspot.com/2012/05/jose-simeon-pando.html
http://familiasparana.blogspot.com/2012/05/jose-simeon-pando.html
PRIMER SELLO OVAL DE LA VICE CAPELLANÍA DE SAN BENITO ABAD. DICIEMBRE DE 1888.
ESTE FUE EL PRIMER SELLO OVAL QUE TUVO LA IGLESIA DE SAN BENITO ABAD.
ESTÁ IMPRESO EN UN DOCUMENTO FIRMADO POR EL PBRO. BENEDICTO GARAVASO
EL 22 DE DICIEMBRE DE 1888. SE PUEDE LEER:
"COLONIA" . ENTRE RÍOS. IGLESIA SAN BENEDICTO.
(Propiedad de aníbal gonzález comas)
Para todos aquellos que tienen dudas acerca de lo que venimos afirmando desde hace más de veinte años, con el sustento de los documentos que tenemos celosamente guardados para cuando se inicien las actividades oficiales del Museo de la Ciudad de San Benito, publicamos este documento inédito con la finalidad de corroborar tanto lo relacionado al nombre de pueblo, "SAN BENEDICTO", como al de la flamante iglesia, cuyas actividades se iniciaron oficialmente el 21 de marzo de 1888.
(documento propiedad de Aníbal González Comas) |
"Colonia 3 de Febrero.
Pueblo de San Benedicto.
Parroquia de San Benedicto.
A los 22 días del mes de diciembre de 1888.
Certifico yo (a)bajo firmado cura de la Parroquia de San Benedicto, Provincia de Entre Ríos, que el día veinte nueve, 29, del mes de noviembre del año presente (h)a fallecido Don José Rudicindo (Rudecindo) Cabrera, y que (h)a sido el día 30 del mismo mes y año en el cementerio de esta Parroquia. Y por verdad lo firmo. Benedicto Garavaso. Cura".
FAMILIA IMPERIAL DE AUSTRIA. CUADRO LLEVADO DESDE SAN BENITO A SPILIMBERGO, ITALIA
UN VIAJERO DE AQUELLA CIUDAD DEL FRIULI
LO ADQUIRIÓ EN SAN BENITO
LAS FAMILIAS FRIULANAS DE SAN BENITO VENERABAN A SUS ANTIGUOS REYES.
LA REALEZA DE HABSBURGO DE AUSTRIA.
DE PIE, DETRÁS DEL EMPERADOR FRANCISCO JOSÉ, EL PRÍNCIPE HEREDERO FRANCISCO FERNANDO.
FRANCISCO FERNANDO (FRANZ FERDINAN en alemán) ASESINADO EN SARAJEVO, BOSNIA, EL 28 DE JUNIO DE 1914, LO QUE DIO ORIGEN A LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL.
SAN BENITO.. MI PUEBLO!
Alguien
dijo por ahí: ! Campo de espinas!,
sos para
mi: !Pincelada de sueños!,
!ilusión
eterna de jornadas infantiles!,
!el
jardín de mis amores juveniles!;
con casas
bajas, tu piel bien arbolada,
salpicado
de lomadas caprichosas,
mecidas
en suavidades generosas
por el
viento, que acaricia las mazorcas,
que hace
estallar el azul de los linares,
remedando
las oleadas de los mares.
!Cómo no
estar enamorado de tu cielo!,
!cómo no
echar raíces en tu suelo,
si el
ensayo musical que tus pájaros
practican
de temprano entre tus árboles
son la
más maravillosa sinfonía
que
ningún compositor se imaginara!;
!es tan
bueno el contrapunto que ejecutan
y tan
hermosa la música que inventan
los
zorzales, jilgueros y calandrias,
que la
sabia natura los aplaude...!
En una
epopeya poblaron tus tierras
friulanos
venidos de Austria y de Italia,
a quiénes
vendieron en forma traviesa
pasajes
baratos, con una etiqueta:
!la
ilusión del oro y la riqueza fácil!
y aquí
solamente encontraron por oro:
!un arado
mancera! y por riqueza,
!ah!, por
riqueza: !una yunta de bueyes!
y de
billetera para guardar la renta:
!unas
cuadras de tierra virgen y agreste!
Así
fuiste creciendo mi querido pueblo,
con el
impulso de esos brazos gringos,
acerados
en el crisol de sus creencias,
que
trasformaron la montaraz campiña
en un
manto suave, remendado en mieses
y que
hicieron nacer en tu casco viejo
los
cimientos para tu arquitectura,
con
toques friulanos, con ladrillos toscos,
que
contrastaban con las rejas vistosas
y con los
primeros malvones floridos.
El mar
azul de tus linos florecidos
inspiró a
los friulanos en sus sueños
levar
anclas de los barcos como dueños
para
volver al terruño que dejaron;
cuando el
suelo les alertó: ! es tiempo!,
en el
comienzo de los días afiebrados
que
anunciaban la llegada de noviembre,
hubo que
ver al campesino arremangado
recogiendo las semillas de su siembra
y poco
después hubo que verlo: !amándote!...
Casi sin
quererlo se fue aquerenciando
aquel
friulano que llegó cantando,
con pocas maletas, lleno de ilusiones,
con la
fuerza ancestral de celtas y romanos
y
enamorado de tus cosas bellas
ancló en
tu suelo para embriagarse
con el
aroma de paraísos florecidos,
con las
doradas flores de espinillo,
con el
rojo punzó de las margaritas
y el
violáceo rojo de la flor del cardo.
Cuando
amanecía otro siglo naciente
quién
llegó friulano empezó a ser “gaucho”,
a la par
del criollo que “parlaba furlano”,
pisando
tu suelo en alpargatas“Rueda”
y
vistiendo las“bombachas batarazas”,
con
sombrero aludo y pañuelo al cuello,
acortando
distancias se fueron mezclando
el “chastrón”
friulano y la “porca madona”
con el
estridente golpearse la boca
para
hacer enojar al novel comisario.
También
se mezclaron los golpes sonoros
de las
campanadas llamando a oración
con el
“arre, arre” a la caballada
y con
algún rebencazo a la sonsa perdiz;
así, el
mentiroso gritar de los teros
y el fino
“chiflido” de las martinetas
fue
siendo familia para la gringada
que, casi
sin quererlo, echó sus raíces
que
entraron profundas dentro de tu tierra,
volviendo
en retoños !bien sanbenitenses!
!Como no
sentirme savia de tu suelo,
retoño de
tus mismísimas raíces,
si de
niño viví días tan felices
en la
variedad de tus paisajes bellos
al
caminar entre aromas y colores,
entre tus
árboles y entre tus flores,
hermanado
con los sueños e ilusiones
que se
quedaron, casi todos ellos,
truncos
en la realidad de las vivencias,
perdidos
entre tus moras y tus sauces!
Te
presiento tendiéndome la mano
e imagino
tus ensarmentados dedos
ofreciéndome
la pulpa de los tases,
que
cuelgan perezosos del alambre
y me fascina
ver salir de tus entrañas
la
pasionaria flor de los burucuyases,
el
trébol, el cardo y las margaritas,
y aún me
veo buscando entre las chilcas,
ante la
huida presurosa de los cuices,
el
tesoro hecho miel de lechiguanas...
Te
percibo en el canto triste del crispín,
en el
inquieto revolotear de colibríes,
en el
pálido ropaje de las calas
que se
codean en el fondo “de las casas”
con las
achiras, siempre vivas y amapolas.
Te
extrañé al buscar el fin del horizonte
acostumbrado
al descanso de tu siesta,
al mate,
al choclo asado y al garrón,
al punto
que creí que nunca más
iba a
escuchar el concierto de tus noches.
Eran
pocas las hectáreas de tus campos,
eran
cortas las calles entre tus chacras
cuando
andaba persiguiendo los chorlitos,
tijeretas,
palomitas y pecho rojos
o
buscando “las nidadas” de las liebres
sin
importarme las molestias del abrojo,
del amor
seco y del garabato,
ni el
pinchazo de la hiriente cina-cina
cuando
iba a mirar en los tajamares
la
zambullida y el nadar de los macases.
En fin, sos
para mí: !cuna de sentimientos!,
!tu cielo
es crisol, tu suelo es yunque!,
!tu
paisaje inspiración, tu escarcha: temple!,
!tus
gringos: ejemplo, tu templo: creencia!
; mi
norte y mi guía son tus estrellas
y mi
esperanza es verte cual doncella
de
vestido engalanado por tus flores,
con las
cadencias de tus lomas caprichosas,
para que
todos te acepten como sos:
!campo de
espinas... pero de fragantes rosas!
ANÍBAL
JUSTO GONZÁLEZ
San Benito, Entre Ríos - Diciembre de 2.000
CEMENTERIO PARROQUIAL DE SAN BENITO
Finalmente,
la Iglesia de San Benito tuvo su propia Cementerio a partir de la colocación de
la piedra fundamental en noviembre de
1887. El terreno de 170 metros de frente por igual cantidad de metros de fondo
fue donado por la Sra. Rosa Stábile Vda. de Vittor (Luis) a partir del mencionado año pero la Escrituración se hizo
el 29 de octubre de 1897, diez años después.
El terreno
pertenecía a la Sra. Stábile de Vittor en forma compartida con Francisco
Vittor, su cuñado, por compra que le había hecho a Don Juan José Brugo el 21 de
marzo de 1882. Al momento de transferir el título el mencionado terreno estaba
hipotecado a favor del Banco Hipotecario Nacional, que la Curia quedó
responsabilizada de levantar. La donación, hecha también con la conformidad de
los hijos Bautista, Santiago, Antonio y José, determinó expresamente que debía
ser utilizado el terreno para Cementerio Público, reservándose para los
sucesores de Luis Vittor un terreno de 16 mts. cuadrados dentro del cementerio[1].
El 8 de
diciembre de 1887 fue sepultado el primer difunto, don Pedro Grinóvero, y la
tradición oral cuenta que fue acompañado todas las noches por un farol
encendido hasta que unos días más tarde fue sepultado el segundo difunto. Transcurrido
el tiempo quedó acuñada la frase entre los colonos friulanos, que refería a los
que estaban enfermos: “...Está por irse a
los campos de Vittor”.
Son muchas
las anécdotas relacionadas al cementerio, cuyo perímetro alambrado y luego
tapialado encierra las más disparatadas anécdotas, desde aparecidos hasta
hallazgos de tesoros en las tumbas, uno de ellos muchos años más adelante fue
el llamado “caso de Juan Niervín”, que en el Tomo III de SEMBLANZA DE SAN
BENITO se narrará.
Los dos
primeros días de noviembre de cada año, con el correr del tiempo y a medida que
se iba ampliando el cementerio, se fueron transformando en algo muy singular
que, más allá del recuerdo hacia los difuntos, era una verdadera kermese.
Por lo menos
una semana antes del 1 de noviembre de cada año comenzaban los preparativos
para recibir una verdadera marea humana que llegaba desde distintas latitudes.
Dentro del cementerio se podía apreciar durante esas vísperas como se rompía el
respetuoso silencio que reinaba allí, como una constante, con el acelerado
corretear de los changarines, visitantes y curiosos. El Cementerio tiene una
Capilla construida durante la gestión del cura Juan Bautista Missio, cuya
inauguración se produjo el 28 de octubre de 1903[2].
[1] Escritura Nº 930. 29/10/1897.
Protocolo del Esc. Ezequiel Balbarrey. Archivo Tribunales de Paraná.
[2] Folio 173. 28/10/1903. Libro de
Rescriptos III de la Catedral. Archivo General Arquidiocesano de Paraná.
CREACIÓN DE LA PARROQUIA DE SAN BENITO ABAD
En el mes de mayo de
1908, el Obispo de Paraná decidió la creación de la Parroquia de San Benito
Abad a través del siguiente Decreto:
“Por Autos y mandato de
su Ilustrísima, Monseñor Rosendo de la Lastra y Gordillo, Obispo de Paraná, la
Capellanía de San Benito es elevada a Parroquia por el siguiente Decreto: Nos
Rosendo de la Lastra y Gordillo, por la gracia de Dios y de la Santa Sede
Apostólica, Obispo de Paraná y en la República Argentina: Habiendo aumentado la
población del Departamento Paraná y siendo conveniente para el mejor servicio
religioso de sus habitantes, la erección de una nueva parroquia en la Colonia 3
de Febrero, que fue creada Capellanía por Auto del 31 de marzo de 1.900, fecha
desde la cual se han administrado regularmente en ella los Santos Sacramentos y
considerando que la Colonia 3 de Febrero se halla en las condiciones canónicas
exigidas por el Concilio de Trento, Ses. XXI De Reformationes, Cap. IV, pues
sus distancias territoriales son demasiado extensas y por consiguiente muy
grandes las dificultades de sus pobladores para asistir a un solo centro
parroquial, oído el informe del Cura Rector de la Catedral, de acuerdo con el
dictamen de nuestro Cabildo de fecha 28 de marzo de 1908 y de nuestro
Ministerio Fiscal, en virtud de nuestra jurisdicción Ordinaria y en caso
necesario de la que nos confiere el Santo Concilio de Trento en el lugar
precitado, dividimos y desmembramos del Curato Rectoral de la Catedral la mencionada
Colonia 3 de Febrero y allí instuimos una nueva Parroquia bajo la advocación de
San Benito Abad, cuya fiesta como titular se celebrará solemnemente cada año.
Fijamos el nuevo curato con jurisdicción y límites los siguientes: Al norte el
arroyo de Las Conchas, al oeste el Arroyo Las Tunas prolongando su línea sur
hasta el límite con el Departamento Diamante y el territorio comprendido entre
dicho límite y el Municipio de Paraná, al este el límite entre el Distrito
Espinillo y Quebracho y al sur el límite norte de la Aldea María Luisa (Auli)
prolongando sus líneas al oriente hasta el Distrito Quebracho. Ordenamos que
sea tenida por Iglesia Parroquial la Iglesia de San Benito de dicha Colonia 3
de Febrero la cual gozará en adelante de todos los derechos y excepciones que
corresponde a las parroquias. Se conservará en ella la Sagrada Eucaristía, se
establecerá un Bautisterio con pila bautismal, y se llevará los libros de
Bautismo, Confirmaciones, Matrimonios y Defunciones y de Fábrica, como también
los libros de correspondencia de los acontecimientos principales de la
Parroquia y las misas, los párrocos administrarán los Sacramentos a los fieles
de su jurisdicción, aplicarán la Misa “pro populo sibi comisso” los domingos y
demás días festivos, predicarán la palabra divina según lo manda el Santo
Concilio de Trento y enseñarán doctrina cristiana como lo dispone S.S.Pío X en
la Encíclica y percibirán para su sustentación todos los derechos de
Arancel Diocesano al que se ajustarán estrictamente. En esta virtud damos por
canónicamente erigida y constituida la Parroquia de San Benito Abad en la
Colonia 3 de Febrero, Departamento Paraná y ordenamos que este nuestro Auto de
Erección sea leído públicamente tanto en la Iglesia de San Benito como en la
Rectoral de Paraná. Dado en nuestro Palacio Episcopal a los días de mayo del
Año del Señor Mil Novecientos Ocho”... ROSENDO DE PARANÁ, Por mandato de su
Ilustrísima J. B. Cresta. Secretario”[1].
El 15 de junio de 1908,
el flamante Párroco de San Benito, Pbro. Juan Bautista Missio, informó al
Gobernador del Obispado de Paraná, Canónigo Salvador Etchegaray, que el 24 de
mayo pasado había sido elegida la Comisión de Templo para la “Colonia San
Benito”, quedando constituida la misma de la siguiente forma: Presidente Don
Antonio Petrucci, Vicepresidente Don José Bolzán; Secretario Don Luis Genolet,
Pro Secretario Don Enrique Zampa, Tesorero Don Federico Bader, la cual fue
aprobada por S. S. Ilma. el Obispo de Paraná[2].
Para el 4 de enero de
1909 se conoció una disposición del Obispo designando al Pbro. Juan B. Missio
como encargado de la Capellanía de Coro de la Catedral y en su reemplazo se
designó al Pbro. Egidio Aboy, a quién se le otorgaron las facultades extraordinarias
y las de binar por un año[3];
el cura Missio, no obstante pidió permiso para permanecer en San Benito alrededor
de un mes más para poder recuperar todos sus útiles que estaban en manos ajenas
y venderlos[4].
Poco duró la gestión del
cura Aboy, pudiéndose rescatar la constitución de una nueva Comisión de Culto
de la Parroquia, a pesar de que hacía poco tiempo que se había renovado. Es que
una de las cuestiones controversiales que se habían suscitado con el cura
anterior era precisamente en relación a la misma. Una disposición del Obispo de
fecha 25/1/1909 fijaba una nueva elección, que se hizo el 7 de febrero con el
resultado siguiente: Don Cristóbal Zatti, Don J. Bautista Passarino, Don José
Bisiac, Don Antonio Buttus, Don Luis Lódolo, Don Domingo Bressán, Don Antonio
Grinóvero, Don Federico Bader, Don Antonio Satler y Don Valentín Valentinuz[5].
Dicha Comisión fue aprobada y se designó Presidente de la misma al cura Aboy,
el 13 de febrero de 1909[6].
El 30 de marzo de 1909,
el Pbro. Eugenio Aboy se dirigió al Obispo Diocesano de Paraná presentando su
renuncia en estos términos: “Forzado por el estado precario de mi
salud me veo en el caso de presentar a V. S. la renuncia del cargo de Cura y
Vicario de esta parroquia para el que en carácter de “Encargado” tuvo a bien
nombrarme en enero p.p. Tres meses de permanencia me han persuadido de que ella
no me permite llenar a satisfacción las exigencias del cargo sin exponerme a
consecuencias por el clima ardiente de estos parajes.
Ruego, pues,
encarecidamente a V.S. que, por estas causales, se digne acordarme el relevo y
benévolamente concederme una licencia por tres años para trasladarme a otra
diócesis de clima más apropiado a mi salud donde encontrando los recursos para
mi subsistencia, pueda atenderla debidamente. Agradecido a las atenciones con
que V.S. se ha dignado honrarme y pidiéndole me recuerde en sus santas
oraciones, besa su pastoral anillo. S. Atto. S.S. Egidio Aboy”[7].
El reemplazo recién lo
decidió el Obispo el 2 de junio de 1909, designando como Encargado
interinamente del Curato de San Benito al Pbro. Misael Vizcarra[8],
a quién se le dieron las facultades extraordinarias el 14 del mismo mes.
[3] Folio 374. 4/1/1909. Libro de Rescriptos
III de la Catedral. Archivo General Arquidiocesano de Paraná.
[4] Folio 180. 26/1/1909. Archivo de la
Parroquia San Benito Abad. Archivo General Arquidiocesano de Paraná.
[5] Folio 185. 9/2/1909. Archivo de la
Parroquia San Benito Abad. Archivo General Arquidiocesano de Paraná.
[6] Folio 190. 30/3/1909. Archivo de la
Parroquia San Benito Abad. Archivo General Arquidiocesano de Paraná.
[7] Folio 23. 2/6/1909. Libro de Títulos III
de la Catedral. Archivo General Arquidiocesano de Paraná.
UN FRIULANO AL FRENTE DE LA CAPELLANÍA: JUAN BAUTISTA MISSIO
PLANO DE 1899 EN EL QUE SE OBSERVA LA PRIMITIVA CAPILLA DE SAN BENITO. A LA DERECHA LA ESCUELA ELEMENTAL N° 3, (LUEGO N° 28) |
El 18 de
enero de 1901, un grupo de colonos feligreses le envió al Obispo la nota siguiente:
«Colonia 3 de Febrero. 18-1-1901.
Ilustrísima Excelencia Monseñor Obispo del Paraná. Después de saludar
reverentes a su Excelencia Ilustrísima cual digno representante de la Religión
Cristiana, y habiendo quedado sin Padre la Parroquia de esta Colonia por
haberse trasladado el reverendo que en ella funcionaba; confidentes, suplican a
su Excelencia para que tome en consideración y les conceda lo siguiente:
En visto de que esta Colonia en su mayor
parte es compuesta de elementos
extranjeros y casi todos de la “Provincia
Fori Julii”, (con absoluta claridad de identifica a la región de manera
original, lo que luego se unificó como “Friuli”) solicitamos encarecidamente a su Excelencia Ilustrísima para que
nos mande a esta el Cura Don Bautista
Missio, por ser paisano nuestro y querido generalmente, y por la conveniencia
del dialecto, razón por la cual la Religión tendrá más fuerza y incremento por
ser con más facilidad comprendida y al alcance de todos.
Fidentes y esperanzados que su Excelencia
Ilustrísima favorecerá a esta súplica unánime, rogamos a Dios por la
prosperidad de la religión y por la felicidad, salud y larga vida de Monseñor.
Dios guarde a su Excelencia Ilustrísima”[1]. Fueron firmantes: Bautista Bolzán, Francisco Bolzán, Valentín Valentinuz, Juan Bautista Catach y Antonio Puntín.
Poco duró la
misión del Pbro. Ángel Solessi ya que a raíz de su renuncia a la
responsabilidad otorgada “por razones de
falta de aclimatación”, que le
fue aceptada a principio de marzo de 1901, el 8 de ese mes fue designado Cura
de San Benito el Pbro. Juan Bautista Missio[2].
Este era un joven recién ordenado ya que el 15 de marzo de 1899 había recibido
del Obispo las órdenes menores[3].
El mismo día su designación le fueron concedidas las facultades de binar los
domingos y días festivos y las facultades impieras (especiales)[4].
Pese a las
dificultades que existieron para fundar en San Benito un Círculo Obrero, el
Pbro Juan B. Missio logró la venia del Obispo para crear uno. El 13 de enero de
1902 se dirigió al mismo en estos términos: “Ilmo.
Señor Obispo Diocesano Dr. D. Rosendo de la Lastra y Gordillo. Paraná. Ilmo.
Señor: Tengo el honor de elevar a conocimiento de S. S. Ilma. que en esta
Colonia de San Benito, el 2 del corriente mes, se fundó un nuevo “Círculo de
Obreros” bajo el reglamento de los Círculos de la República Argentina, y que el
mismo día fue inaugurado con un Solemne Tedeum en acción de gracias a Dios por
haberse dignado de acompañarnos en llevar a cabo una obra que en adelante será
de mucho provecho para esta Colonia.
Al mismo tiempo me es grato el poner a
conocimiento de S. S. Ilma. que dicha sociedad cuenta ya con 45 socios
efectivos y que en la reunión de la asamblea general del domingo p. pdo. he
sido proclamado a Director Espiritual a unanimidad de votos, como también el
mismo día eligieron la Junta Directiva en la que resultaron personas de toda mi
confianza y estimación y la que sin dudas se prestará en todo para el bien
espiritual y material de esta Colonia y de la misma sociedad. Con tal motivo me
es sumamente grata la ocasión de saludar a S. S. Ilma. con toda mi
consideración y respeto y besándole humildemente el anillo pastoral me
suscribo. Humilde siervo en J.C. P. JUAN B. MISSIO”[5]. Al día siguiente el Obispo lo nombró
Director Espiritual del Círculo de Obreros Católicos de San Benito[6].
La prensa de
Paraná, el 22 de julio de 1903, se hico eco de una fiesta organiza por la Vice
Parroquia de San Benito: “ACTUALIDAD
RELIGIOSA. Celebróse ayer en San Benito, con mucho esplendor, la festividad de
Nuestra Señora de Carmen. Una buena orquesta bajo la dirección del Pbro.
Zaninetti amenizó la ceremonia. El sermón estuvo a cargo del Pbro. Juan B. Missio. Por la tarde realizose una procesión
que recorrió más de 16 cuadras de la Colonia”[7].
En otro de
los diarios de Paraná: “El Entre Ríos”, también se publicaba el siguiente
comentario: “SOCIALES. RELIGIOSAS. Ayer
celebraron en San Benito, con toda solemnidad las fiestas organizadas en honor
de nuestra Señora del Carmen.
En la función que se realizó por la mañana
en la iglesia parroquial predicó el capellán, señor Juan B. Missio y amenizó la
fiesta una nutrida orquesta formada por jóvenes aficionados de esta capital,
bajo la dirección del señor José Zaninetti. Una vez terminada la fiesta se
administró el Santísimo Sacramento a cien personas más o menos. Por la tarde se
llevó a cabo una procesión con la imagen de la virgen que recorrió varias
cuadras de aquel pueblo”[8].
De acuerdo
al informe del movimiento religioso de San Benito correspondiente al año 1904,
que el Pbro. Juan B. Missio elevara al Obispo había: 43 niños y 39 niñas
anotados para la Doctrina Cristiana, con una asistencia mensual de cincuenta a
setenta niños; 20 niños y 26 niñas hicieron la Primera Comunión; había en el
Pueblo una escuela mixta católica y particular donde el sacerdote daba enseñanza
religiosa, y una escuela laica; se hicieron 4.220 comuniones en el año;
mayormente el matrimonio era cristiano; los sermones extraordinarios se hacían
el día de S.S.V. del Carmen y todo el mes de octubre; entre privados y públicos
se dieron 26 viáticos; hubo 34 sepulturas; se practicaban las devociones a la
S.S.V. del Carmen, las fiestas del Sagrado Corazón de Jesús y el mes de María[9].
No deja de
ser un detalle menor lo referente a la enseñanza ya que la existencia de “una escuela mixta católica y particular
donde el sacerdote daba enseñanza religiosa, y una escuela laica” orienta a
la subsistencia por ese tiempo de la escuela dirigida por las hermanas
franciscanas de manera paralela con la escuela de enseñanza elemental, hoy la
Escuela N° 28.
Durante el
año 1904 el Pbro. Juan Bautista Missio fue reemplazado durante el mes de julio
por el Pbro. José M. Marzoratto y de agosto a setiembre por el Pbro. José L.
Rebagliatti, reincorporándose el 6 de octubre con las facultades de costumbre[10].
Una nota de
interés que merece estar en otro Capítulo ya que por estar vinculada al cura
Missio merece considerarla es la relacionada con los primeros corsos que se
realizaron en San Benito, que casi un siglo después se transformaría en un
evento de trascendencia provincial como lo fueron en su tiempo más cercano,
denominándose a San Benito “Capital Departamental del Carnaval”.
De por sí es
lógico el pavor que puede haber sentido el joven cura ante una fiesta tan
pagana que se hacía nada menos que en una
Colonia tan apegada a la fe cristiana, pero así fue y la prensa de
Paraná se hizo eco a través del Corresponsal Eliseo Ramos, hijo de comisario
local:
“CORRESPONDENCIA.
San Benito 15 de marzo de 1905. Sr. Director de El Entre Ríos: El laborioso y
activo comerciante de esta localidad Señor José Demartín, secundado por los
demás colegas, se propusieron llevar a cabo un corso en los días de carnaval el
que no careció de animación.
El
arreglo y la iluminación estuvieron bastante bien, sorprendiendo agradablemente
a los vecinos de esta población, que no esperaban alcanzar tan buen golpe de
vista, teniendo en cuenta que es la primera vez que se realiza esta clase de
fiestas.
El
incansable propagandista y vecino interesado en el progreso de este Centro,
señor Estelio Vatta, fue el designado para la organización de este festival,
como asimismo el maestro de la Escuela Fiscal Señor Alejo Villanueva, quién
cooperó con cuanto le fue posible para su mejor realización...
Muy
encomiable también ha sido el correcto proceder durante las fiestas del
Comisario del Distrito, señor Estanislao Ramos, quien una vez más ha captado
las simpatías de este vecindario.
La
única nota discordante la ha dado el “curita” de esta parroquia, quién en sus
sermones se produjo contra la iniciativa del corso, procurando que éste se
desluciera todo lo posible, a pesar de lo cual no logró su intento.
Debo
hacer notar que este curita de misa y olla, tiene a los colonos bajo la
sugestión de un profundo fanatismo, lo que constituye una rémora para este
pueblo que ansía progresar y que necesita ambiente de luz y libertad y no
sermones que sostengan doctrinas oscurantistas.
Esto
no obstante todo el comercio y demás vecinos han quedado perfectamente
satisfechos del resultado obtenido, llenado sus justas aspiraciones, pues el
programa de las fiestas se cumplió dignamente en todas sus partes dejando en
todos los ánimos la más grata y halagadora impresión. Corresponsal”[11].
[1] Folio 66/69. 18/1/1901. Archivo de la Parroquia San
Benito Abad. Archivo General Arquidiocesano de Paraná.
[2] Folio 206. 8/3/1901. Libro de Títulos
y Ordenes II de la Catedral. Archivo General Arquidiocesano de Paraná.
[3] Folio 197. 15/3/1899. Libro de
Títulos y Ordenes II de la Catedral. Archivo General Arquidiocesano de Paraná.
[4] Folio 107/108. 8/3/1901. Libro de
Rescriptos III de la Catedral. Archivo General Arquidiocesano de Paraná.
[5] Folio 90/91. 13/2/1902. Archivo de la
Parroquia San Benito Abad. Archivo General Arquidiocesano de Paraná.
[6] Folio 128. 14/1/1902. Libro de
Rescriptos III de la Catedral. Archivo General Arq. de Paraná.
[7] Lunes 20 de julio de 1903. “La Razón”
de Paraná. Archivo Histórico de Entre Ríos.
[8] Lunes 20 de julio de 1903. “El Entre
Ríos” de Paraná. Archivo General de Entre Ríos.
[9] Folio 126. Archivo de la Parroquia
San Benito Abad. Archivo General Arquidiocesano de Paraná.
[10] Folio 206/10/1904. Libro de
Rescriptos III de la Catedral. Archivo General Arquidiocesano de Paraná.
[11] Viernes 17 de marzo de 1905. “El
Entre Ríos” de Paraná. Hemeroteca del Archivo General de Entre Ríos.
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