Ambas formaciones, San Benito y Sacachispas de Buenos Aires, posaron juntas en aquella memorable jornada del 18 de diciembre de 1954
En lucido triunfo San Benito venció a Sacachispas por 3 a 0, con goles, en el primer tiempo A. Monai a los 26’ y en el segundo tiempo Orlando Toffolini a l 1 de juego y Héctor O. Falco a los 37’; se recaudaron 2.611 pesos.
Con el arbitraje de S. Abatte los equipos formaron así:
San Benito: Pedro Musich; Gerardo A. Michelín y Aldo Bearzi; José Téntor, Ademar Monai y Carlos Costa; José M. Falco, Orlando Toffolini, Héctor O. Falco, Raúl Orsuza y Máximo Müller.
Sacachispas de Buenos Aires: H. de Palos; E. C. Iglesias y C. Calzone; J. Manente, J. C. Ragozzini y R. Britos; H. Conde, J. N. Corvacho, J. Pérez, Fernández y O. Garibotto.
“Le hacía falta a San Benito su lindo triunfo frente a Sacachispas, el elenco Campeón de tercera división de A.F.A., para ratificar su muy buena campaña del presente año. Plenamente contenta se retiró la gtente que asistió al estadio de Paraná el sábado 18. Es que allí el entusiasta, correcto y eficaz team de Gerardo A. Michelín concretó una buena exposición de sus mejores recursos y alzóse con un triunfo legítimo frente a un tema que, si bien no hizo demostraciones brillantes, ni mucho menos, realizó una buena faena obstaculizada en mucho por la superior disposición de San Benito. Juego práctico, pujante y decidido en el ataque y acción serena, sobria y expeditiva – con hombres ubícuos y seguros – en la denfesa, le dieron el triunfo.
Superior durante todo el match, su victoria por tan expresiva diferencia – 3 a 0 – fue completamente merecida y hasta pudo ser más holgada. Para ello basta decir que hubo un tiro en el travesaño no bien iniciada la lucha, que el arquero visitante – juntamente con el half derecho los mejores de su team – tuvo que cumplir cometido destacado y que, sobre los 32’ del segundo tiempo, cuando ya ganaba San Benito por 2 a 0, Costa marró deliberadamente un tiro desde los doce pasos.
La delantera del equipo porteño realizó varias jugadas que pusieron de manifiesto un entendimiento de sus integrantes, pero en ningún momento exhibió la pujanza y acometividad necesarias como para superar la defensa de San Benito. En resumen, hubo un match interesante con un legítimo triunfador”.
Con la gran campaña deportiva de 1954, quedó poco margen para la vida social de la institución. Y si hubo algún fenómeno en este sentido, fue el encuentro de la localidad y su colonia en pleno para acompañar a su equipo deportivo, cuando en sus características ancestrales los friulanos no cultivaron, precisamente: la sociabilidad.
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