ANA LÓDOLO DE COIZ, luego DE BIGOT.

ANA LÓDOLO DE COIZ, luego DE BIGOT.
ANA LODOLO DE COIZ, un símbolo de la imigración friulana, llegada a la Colonia 3 de Febrero en 1879

jueves, 14 de octubre de 2010

CAPÍTULO XLVIII

Cuando faltaban cuatro fechas para terminar el campeonato la juvenil representación de San Benito encabezaba la tabla de posiciones con 35 puntos, seguida por Don Bosco a dos unidades e invicto y el tercero Bavio estaba a 11 puntos. Los punteros se habían escapado y eran los únicos candidatos para conquistar el título y el ascenso. El final era dramático y la paridad de fuerzas entre ambos contendientes hacía presagiar un gran encuentro para el jueves 29 de diciembre; la fecha era rara, entre semana, pero la expectativa que había generado este encuentro obligó a las autoridades de la Liga a programarlo en horario nocturno en la cancha de Belgrano. El cotejo prometía ser formidable, una lucha titánica en pos del ansiado título convocaba a los aficionados de toda la zona; ambos equipos habían prometido presentarse con los mejores hombres que disponían y estaban en un excelente estado físico.
Rompiendo con todos los pronósticos previos y sorprendiendo a propios y extraños la “banda roja” hecho por tierra la condición de invicto de la “banda celeste” y no sólo eso, sino que le propinó una histórica goleada. 4 a 1 fue el resultado final.
San Benito formó con: Pedro Musich; Gerardo Michelín y José Téntor; Oscar Téntor, Ademar Monai y Carlos Costa; José Falco, Orlando Toffolini, Alfredo Guzmán, Bernado Zorzenón y H. Izza.
Don Bosco con: Godorivsky; Agusti y Favrat; Espinosa, Collaud y Martínez; Calandra, Jacob, Del Castillo, Del Mestre y Pacheco.
La recaudación ascendió a 8.412 pesos, un récord para un encuentro de ascenso, máxime que se jugó entre semana, que no era habitual. Los goles fueron conquistados por Carlos Costa a los 14’ y 25’ con sus famosos tiros libres, J. Falco a los 43’ y en la segunda etapa descontó Jacob a los 2’, para poner la cifra definitiva a los 24’ el “Negro” Guzmán.
¡La alegría fue enorme!... ¡el festejo interminable! Prácticamente eran virtuales Campeones del Ascenso de 1955…Laurencena y sus bravos muchachos habían logrado “el sueño del pibe”, un invalorable regalo de navidad y fin de año no sólo para jugadores y dirigentes, sino para toda la comunidad; pero también se había conquistado el merecido reconocimiento de los aficionados de la ciudad capital, que disfrutaban al ver a los flamantes triunfadores derrochando voluntad y corazón, pero también un estado atlético ponderable y un progreso extraordinario en cuanto a técnica y funcionamiento de conjunto.
Acerca de aquel triunfo inapelable, el corresponsal de prensa benitense opinó: “En una noche feliz y gloriosa, tal vez la más gloriosa de los 39 años de fecunda vida institucional el encumbrado equipo de San Benito, líder absoluto del bravo torneo de la Primera B, consiguió vencer merecidamente en magnífico partido, jugado a todo vapor pese al calor reinante, a la representación de Don Bosco de Paraná por el concluyente score de 4 a 1.
Nuestros muchachos con un sentido exacto de la responsabilidad y midiendo en todo momento la envergadura de ese ocasional adversario ingresaron al rectángulo de Belgrano dispuestos a jugarse la carta brava del certamen. No podía ser de otra manera y así lo hicieron con creces estimulados continuamente por su bravo corazón de benitenses y deportistas natos, resaltando en la oportunidad la corrección y caballerosidad de que siempre han hecho gala sus integrantes.
Huelga decir que el numeroso concurso de aficionados pocas veces visto en Paraná salió enteramente satisfecho de la jornada vivida, a juzgar por los elogiosos comentarios escuchados.
El partido en sí prácticamente se definió en el primer período, más aún podríamos decir después de esos dos impecables y furibundos goles de tiro libre de Carlos Costa…en el segundo tiempo Don Bosco armó por momentos sus líneas, pero todo se desmoronó nuevamente cuando Alfredo Guzmán en jugada personal y “peleando” la pelota decretó la cuarta caída de la valla blanquiceleste. Para finalizar digamos que el arbitraje fue bien dirigido por Gaillard, que goles son partidos y que espectáculos como éste deberían verse con más frecuencia en Paraná”. La fiesta continuó, ya que todos juntos recibieron el año nuevo con un gran baile en el salón del club al que concurrieron jugadores, dirigentes, socios y simpatizantes.

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