Pero por un momento hubo que dejar la concentración y la preparación física con un motivo superior; no era para menos, había que realizar la fiesta de la consagración para los campeones del ascenso y el pueblo entero se convocó en la noche del sábado 29 de enero en el salón social del club, que se vistió de fiesta. El majestuoso espejo con sus dorados y señoriales contornos y el reciente trofeo conquistado lucieron en la cabecera de las mesas bien adornadas, donde las autoridades invitadas estuvieron encabezadas por el Presidente de la L. P.F., Dr. F. Perette y destacadas personalidades del deporte capitalino.
Fueron muchísimos los que se convocaron espontáneamente para llevar el aplauso sincero y variadas muestras de simpatías a los modestos, cuán disciplinados jugadores que dieron una lección histórica. ¡Eran modestos, pero con un amor propio extraordinario!... pero si hubo tantos que se acercaron desde Paraná a este grata celebración fue porque veían en estos flamantes campeones a los verdaderos cultores del deporte netamente amateur y ¡a los auténticos caballeros del deporte!
Fue el propio “don Pancho” Perette el encargado de resaltarlo a la hora de los discursos y de ratificar los lazos de invariable camaradería deportiva entre los afiliados a la L.P.F. El prestigioso orador puso de relieve en precisas frases el valor de la conquista sanbenitense tanto en lo moral como en lo deportivo. Luego, la palabra encendida del “Gordo” Arús hizo presagiar que su amor de barrio: el Club A. Bally quedaría muy pronto en el camino, porque abrazaría apasionadamente la divisa de la banda roja acompañado de su amigo Ruberto. Los jugadores, a través de Carlos Costa y Orlando Toffolini, agradecieron emocionados todas las muestras de cariño recibidas.
En tan digna celebración el cura Laurencena no dejó pasar la oportunidad para pedir la colaboración entre la concurrencia ya que estaba abocado de lleno en la concreción de la sede propia de la institución. El pedido encontró eco inmediato en F. Perette quién se despachó con valiosos quinientos pesos, como así también en Ruiz Moreno quién donó 25 metros cúbicos de arena. Las donaciones continuaron mientras un gran baile hizo que la fiesta de los campeones se prolongara hasta la madrugada del domingo.
El festejo se prolongó y la “resaca” llegó como consecuencia; si hubo algún exceso había que superarlo aquel domingo, porque llegó el lunes por la noche y la convocatoria fue nuevamente en la cancha de Belgrano para disputar otra chance del torneo Doble K.O. frente a los bravos jugadores de Ministerio.
El resultado en cifras fue desagradable. Ganó Ministerio por 3 a 2. ¡Después de una racha de 26 partidos oficiales sin conocer el amargo sabor de la derrota, llegó esa bofetada de los de Puerto Nuevo! El último que había derrotado a San Benito había sido otro vecino de río majestuoso: el Club Alumni.
Si fue adverso en cifras, no lo fue en el rendimiento ya que los recientes campeones tuvieron un brillante primer tiempo copando el campo de juego y se fueron al descanso con un gol de ventaja. La sorpresa llegó en el segundo tiempo cuando desde apreciable distancia dos violentos remates de tiro libre por parte de Pedrotti dejaron parado al “Gato” Musich. Hubo un gol más por cada bando y San Benito se retiró perdidoso, pero habiendo conformado plenamente a sus seguidores pues fue más que su rival en todo momento. Como consecuencia pasó a la rueda de perdedores, debiendo enfrentar nuevamente a Neuquén.
El equipo superior no había tenido prácticamente descanso desde hacía más de un año, por lo tanto el entrenador Oscar Moreira entendió que el mismo era merecido; les dio en principio un descanso por todo el mes de febrero, continuando las prácticas de reserva, cuarta y sexta división . Pero como ¡la fama cuesta! Muy pronto llegaron nuevos compromisos. En el encuentro que el Combinado de la Liga jugó el 24 de febrero frente a Unión de Santa Fe en la cancha de Belgrano, fueron convocados para jugar el arquero Pedro Musich y el atacante José María Falco.
Para el viernes siguiente visitó el gramado de Belgrano nada menos que Ríver, que venía de consagrarse Campeón de 1955, para enfrentarse al Combinado local, en el que fue reemplazado el “Gato” Musich por Blanco, arquero belgranense y actuó como wing derecho José María Falco, acompañado de Martínez, Armando Gey, Rivero y Romero (ganó la Liga 1 a 0). En el preliminar jugó San Benito frente a Bally.
El domingo 11 de marzo le tocó el turno a otro grande del fútbol argentino, fue entonces Vélez Sarsfield quién jugó por la noche contra la Liga, en cuyo equipo estuvieron citados: Pedro Musich (ingresó en el segundo tiempo y le hicieron tres goles), José M. Falco (fue titular y lo reemplazó Andino en el segundo tiempo) y H. Izza de San Benito. Ganó Vélez 5 a 0.
Si se tiene en cuenta que recién se venía de campeonar en el ascenso, las autoridades de la Liga tenían tan buena referencia sobre los jugadores de la “blanda roja” que los tenían muy en cuenta a la hora de integrar los combinados.
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