El fútbol se siguió practicando con entusiasmo. Para el 28 de julio los integrantes del plantel superior viajaron nuevamente a Viale para medirse con el combinado local, convocados por la Comisión de Fiestas Patronales, para disputar la Copa “Gobernador Maya”. En agosto se recibió la visita del equipo de la Casa Preston de Paraná, al que se le ganó por amplio score y el 29 llegaron los muchachos del Club Atlético Entre Ríos de Paracao.
Otra excursión se realizó el 12 de setiembre cuando viajaron a Estación Racedo para medirse con el Atlético de esa localidad; fueron acompañados por dirigentes y simpatizantes ya que “la simpática trenzada futbolística” tenía carácter de revancha luego de haber triunfado en San Benito por 5 a 0. En el último partido de ese año se jugó como locales frente a Juventud Deportiva de Paraná. Como acontecimiento extraordinario de ese año, no se puede dejar de mencionar al jugador más importante que generó en toda su historia la localidad de San Benito: José Severo “Tito” Zorzenón, quién se inició en la canchita de la iglesia y jugó en el equipo de San Benito, como también en la sexta división del Club Independencia (ex Juventud Unida) de Villa Uranga, para finalizar su campaña en las canchas de Paraná defendiendo los colores de Universitario.
Hacia fines de agosto de 1948 fue transferido al Club Tigre de Buenos Aires en la abultada suma de 40.000 pesos, quedando para el jugador 4.000 pesos. En Buenos Aires llegó a ser un exitoso profesional, llegando a jugar en Chacarita Juniors y River. Para formarse una idea del precio pagado, hay que tener en cuenta que la manzana donde está el club costó ese año 5.000 pesos, es decir, que Universitario pudo haber comprado ocho manzanas de terreno similares con dicha venta.
El corresponsal benitense fue contundente en su comentario: “Aspiración lograda: el joven y caballeresco futboler José Severo Zorzenón hijo de una distinguida y apreciada familia benitense acaba de concretar una de las aspiraciones más legítimas de todo deportista. Militando actualmente en el club Universitario de Paraná ha sido transferido al club Tigre de C. Federal. Su pase - que es un triunfo y un record en el sector futbolístico paranaense – significó la bonita suma de 40.000 pesos para la entidad de la U, y un porvenir halagador para el joven Zorzenón, quien viaja a Bs. As. en ventajosas condiciones de contrato con la institución que acaba de conseguir su concurso. Deseamos al estimado Tito un éxito pleno en el nuevo escenario porteño. Y al despedirlo nos sabe la satisfacción de celebrar su triunfo como cosa nuestra: ya que sus primeros pasos en el fútbol los dio en el Club San Benito, que hasta ayer nomás lo tuvo como titular en su cuadro superior, en la práctica del fútbol independiente y lugareño”.
Para tributarle la merecida despedida el jueves 13 de enero de 1949 por la noche se organizó un asado a la criolla, oportunidad que fue aprovechada para saludarlo y demostrarle sus simpatías por parte de los numerosos socios que se convocaron en el club para el homenaje. “La reunión transcurrió en un ambiente amable y cordial que evidenció el aprecio unánime de que goza entre nosotros el caballeresco y simpático nuevo crack de las canchas porteñas. Ofreció esta demostración, en sentidas y oportunas palabras, el presidente del club local. El joven Zorzenón quién es hijo de una respetable familia de San Benito, agradeció vivamente emocionado las muestras de simpatías recibidas. Nos place destacar que el hábil jugador de Tigre inició sus primeras prácticas futbolísticas en la modesta cancha de la parroquia, entre los pibes del catecismo”.
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